Las temperaturas están bajando y el frío del invierno está en el aire, sin importar dónde vivas. La idea de envolverte en una gruesa manta mientras tomas chocolate caliente y te sientes cómodo por dentro y por fuera suena maravilloso. Probablemente te des cuenta de que el aire caliente de tu calefactor se distribuye en cada habitación, pero ¿alguna vez te detienes a pensar más profundamente sobre cómo ocurre esto? Todo sucede a través de tuberías. Estas tuberías transportan agua caliente o vapor que calienta toda tu casa. Por suerte para ti, estas tuberías llevan gran parte del calor a tu hogar; sin calor = sin agua caliente en la mayoría de los casos. Pero si esas tuberías no están debidamente aisladas, gran parte de ese calor puede escaparse durante el recorrido (y alterar su retorno). Y aquí es donde la isolación de tuberías puede salvar el día.
Aislamiento de tuberías: Este es un recubrimiento externo que envuelves alrededor de las tuberías que transportan agua caliente o vapor. La función de este aislamiento es mantener el aire dentro de las tuberías cálido y no permitir que se escape al frío. Aislar tus tuberías para mantener tu hogar más cálido, lo que significa que no tendrás que usar mucha energía para calentar tu hogar, ¡lo cual es genial! Sin mencionar que usar menos energía es mejor para nuestro planeta, generando menos contaminación y un ecosistema más limpio!
Hay varios materiales que puedes usar para aislar tuberías. Los más populares están hechos de fibra de vidrio, lana de roca y espuma. La fibra de vidrio es suave y fácil de envolver alrededor de las tuberías, lo que la convierte en una opción popular. En contraste, la lana de roca se fabrica a partir de piedra volcánica y hace un trabajo excelente al retener el calor. El aislamiento de espuma plástica es igual de efectivo para mantener el calor. Cualquier material que uses, asegúrate de que esté calificado para la temperatura y sea seguro de estar cerca de tuberías calientes.
Aunque instalar un aislamiento de tuberías pueda parecer complicado, debe seguirse los pasos adecuados para una eficiencia óptima. Para comenzar, prepare las tuberías asegurándose de que estén limpias y secas. El aislamiento no se adherirá correctamente si están sucias o húmedas. El aislamiento se enrollará alrededor de la tubería o entre dos tuberías, por lo que preparar nuestras tuberías será necesario antes. Esto ayuda a asegurar que no quede espacio para que escape el calor sin ser calentado. Una vez que las tuberías están envueltas, use cinta o alambre para asegurar el aislamiento. Finalmente, asegúrese de cerrar todos los huecos y grietas; a veces incluso pequeños espacios entre puertas pueden permitir que escape el calor.
Así que antes de elegir un tipo de aislamiento sobre otro cuando se trata de tus tuberías, aquí hay varias cosas que deben considerarse. Primero, considere el calor de las tuberías. Si las tuberías pueden volverse muy calientes, tendrás que optar por un material que soporte estas altas temperaturas sin derretirse o dañarse. ¿Necesito aislamiento interior? Si no aislas adecuadamente, el calor continuará escapando, lo cual obviamente va en contra del propósito del aislamiento. Finalmente, deberás prestar atención a cómo es el propio material de aislamiento. Por ejemplo, algunos materiales no son tan fáciles de cortar y dar forma, lo que puede complicar la instalación.
Aislar las tuberías te ayudará a ahorrar energía de muchas maneras. Cuando tus tuberías están correctamente aisladas, ahorrarás energía en el calentamiento del hogar. Esto resulta en facturas de energía considerablemente más bajas, y eso siempre es algo positivo. La segunda razón es que al usar menos energía, también estarás contaminando el medio ambiente un poco MENOS. Por último, al aislar tus tuberías estás haciendo nada menos que extender la vida de tu sistema de calefacción. Aislar tu sistema HVAC prolonga su vida y le permite encenderse/apagarse de manera más adecuada, lo cual ayudará a aliviar algunas de las tensiones sobre el equipo.